El sorprendente hombre.... ¿tarántula?

No les voy a mentir: soy un guarro y me gusta escribir guarradas. Por eso hace un mes se publicó esta curiosidad en el blog de Más Ciencia por México para su disfrute.

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La fantasía y la cultura popular (como las leyendas, las películas, los cuentos, los cómics y muchas otras cosas más) son generalmente pésimos para enseñar conceptos básicos de ciencia. ¿Alguna vez has visto La Guerra de las Galaxias? Resulta impresionante que las naves hagan todos esos sonidos cuando están en batalla a la mitad del espacio. Tristemente, todos los pew pew de los láseres y los pam pam de los impactos que se escuchan son… mentira. En el espacio, al no haber un medio por el cual se propaguen las ondas del sonido, simplemente es imposible escuchar algo. Tampoco hay que tomar esto como un “regaño”; George Lucas nunca tuvo la intención de enseñarnos física, su negocio es el de entretener y lo hizo muy bien. Jamás se nos ocurriría pedirles a los escritores de películas o historietas que fueran “científicamente correctos”. Si estas escenas se hicieran con este concepto básico de física, resultarían tan aburridas que nadie las vería. Sin embargo, nuestro negocio es el de aprender algo nuevo todos los días, y encontrar este tipo de inconsistencias es simplemente una oportunidad para lograrlo. Por eso vamos a analizar uno de los casos más curiosos de las “licencias” que se han tomado los creadores de historias fantásticas que simplemente no son verdad, por el mero gusto de aprender. Por ahora, olvidémonos de La Guerra de las Galaxias y empecemos a platicar de El Hombre Araña, el cuál es sólo un pretexto para platicarte datos curiosos sobre las arañas.


¿Ves esas como “patitas” negras? Esos son los pedipalpos.


Seguramente has visto como el sorprendente súper héroe es capaz de lanzar su telaraña a través de sus muñecas. En la serie original y la última franquicia de la versión hollywoodense, esto se lograba con un dispositivo; en la franquicia del 2002, nuestro súper héroe desarrolló una estructura en sus muñecas que le permitía lanzar su seda. Si nos acercáramos a una araña, podríamos ver que tienen dos estructuras como patitas más cortas que el resto de las patas, y un poco más gruesas como si tuvieran guantes. Estas estructuras se llaman pedipalpos. Sin embargo, te tengo malas noticias: los pedipalpos no son las estructuras donde las arañas producen su tela.


Anatomía de las arañas

Entonces, ¿en dónde se produce la seda que usa la araña para tejer su telaraña? Pues… en el trasero. Sí, como lo leíste. La tela de la araña se produce en su trasero. La seda de la araña se produce en unas glándulas especializadas para esa función que se encuentran ubicadas entre el ano y las gónadas. En la siguiente imagen puedes ver un esquema de la anatomía de la araña para que te des una idea de la ubicación de las glándulas de la seda.

Una representación divertida de cómo sería el Hombre Araña científicamente correcto. Gracias a SMBC.

Si al momento de ser mordido por la araña radioactiva, Peter Parker hubiera adquirido los poderes de una araña de una manera “científicamente correcta”, entonces tendría que atrapar a los criminales con una red que saliera de… sí, su trasero. ¡Qué bueno que el hombre araña no es científicamente correcto!
Ahora, hay otro detalle. Las arañas macho no tienen pene. Así que Peter Parker puede agradecer que sus súper poderes arácnidos no lo hayan vuelto un súper héroe anatómicamente en concordancia con una araña de verdad. ¿Cómo se reproducen las arañas entonces? Bien, resulta que el sistema reproductor de las arañas es un poquito más complicado que lo común. Seguramente recordarás los pedipalpos que se mencionaron al principio. Bueno, pues en la araña macho estos pedipalpos sirven para realizar la cópula. El proceso va más o menos así: primero, los machos tejen una pequeña red que después llenan con el esperma. Las arañas macho introducen el pedipalpo repetidas veces en la gota de esperma hasta que éstos han sido totalmente impregnados. Posteriormente, buscará una hembra con quien reproducirse, y una vez que haya cortejado a una, introducirá uno o ambos pedipalpos en la apertura genital de la hembra. ¿Quieres ver a un par de arañas realizando esto? Acá un video de pornografía arácnida:
Como si no tener pene no fuera suficiente, las estructuras que utilizan para fecundar a la araña hembra se rompen después del acto sexual, algo que puede serles útil a la larga. Si las arañas macho sobreviven el proceso de apareamiento sin ser comidos (una conducta más común de lo que se cree y que no es exclusiva de la viuda negra), entonces sus habilidades para el combate incrementan bastante debido a que cada pedipalpo representa aproximadamente el 9% del peso de la araña, y al no tenerlos, éstas pueden durar más tiempo defendiéndose de un ataque.


En esta imagen del cómic original (The Amazing Spider-Man #259) podemos ver como el hombre araña no lanzaba la red directamente de sus muñecas, sino que utilizaba un dispositivo que tiene que cargar con cartuchos llenos de “un fluido líquido y fresco”. ¿sera qué…?¿Pues qué era lo que estaba lanzando? ¿Acaso soy el único que ve la analogía?

Quizá sí fuera seda después de todo. Por mucho tiempo se creyó que las arañas no podían producir seda en otro lado que no fuera la glándula en su parte posterior, y técnicamente eso sigue siendo cierto. Se cree que hay algunas especies de tarántulas que posiblemente tengan lo necesario para generar seda de soporte desde sus patas que les permitan caminar y sostenerse en superficies verticales. Hace un momento dije que técnicamente era cierto que las arañas no producen seda con sus patas porque a pesar de este polémico descubrimiento, hay que recordar que las tarántulas no son arañas, sino primas muy cercanas de las arañas. Si bien las observaciones con las tarántulas siguen en disputa, quizá en algún momento se confirmen. Esto haría que eventualmente se despejen todas esas curiosas malinterpretaciones que rodean al simpático superhéroe, aunque quizá tengamos que empezar a llamarle “El Sorprendente Hombre Tarántula”.

Para saber más
Si quieres saber más sobre arañas, tarántulas, y otros bichitos como alacranes, ácaros y las arañas patonas (que tampoco son arañas), te recomiendo ampliamente leas el libro “El maravilloso mundo de los arácnidos” de Anita Hoffman, el cual forma parte de la colección “La Ciencia para todos” del Fondo de Cultura Económica y que puedes leer aquí.

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