Ética de la donación de órganos (IV)

Una vez que un paciente ha sido diagnosticado como candidato a un trasplante, tendrá que esperar bastante tiempo hasta que aparezca un órgano compatible con sus características fisiológicas. La demanda de órganos cada día va siendo mucho mayor que la oferta disponible, lo cual es consecuencia de muchos factores, entre ellos, la falta de cultura de donación tanto en la sociedad en general como por parte de las autoridades médicas.

El gran problema de los receptores es una larga -y a veces inútil- espera en la lista por algún órgano. Hay muchos pacientes que mueren de complicaciones antes de encontrar un órgano que sea compatible, y muchos más agravan de tal modo que ya no son aptos a recibir el trasplante. Sin embargo, algunos pacientes han encontrado la manera de doblar las reglas a su favor, y así reducir el tiempo de espera en las bases de datos de alocación de órganos. Aquellos que tienen posibilidades, llevan a cabo acciones buscando brincar lugares en la lista o evitando disposiciones específicas para ellos, y aunque no necesariamente fuera de la ley, sí con serios dilemas éticos involucrados.

Un controvertido caso estuvo protagonizado recientemente por el director ejecutivo de Apple, Steve Jobs, quién recibió un trasplante el pasado abril del 2009 en circunstancias que pusieron en evidencia ciertos puntos débiles en la asignación de órganos en Estados Unidos.




Habría que profundizar en el sistema de procuración de órganos de Estados Unidos. Como se mencionó anteriormente, la institución federal encargada de la asignación de órganos es la United Network for Organ Sharing (UNOS). Esta institución, a través de la Red de Procuración y Trasplantes de Órganos (OPTN, por sus siglas en inglés), ha determinado las regiones operativas mediante las cuales determina las prioridades al momento de distribuir los órganos donados. En Estados Unidos operan 11 regiones, las cuales se pueden consultar aquí. Siempre que exista un receptor disponible dentro de una misma región, se dará prioridad a éste.

En Junio del 2009, se dio a conocer que Steve Jobs se había sometido a un trasplante de hígado dos meses atrás. Un detalle en la historia de la cirugía de Jobs parecía muy extraño: ésta tuvo lugar en un hospital de Memphis, Tennessee, a más de tres mil quinientos kilómetros del lugar de residencia de Steve Jobs, en Sillicon Valley, California. ¿Por qué someterse a un procedimiento quirúrgico de tal grado en un lugar tan lejos del hogar?

Una vez que una persona llega a la lista de espera, el tiempo que deberá esperar (valga la redundancia) dependerá ampliamente de sus circunstancias médicas personales (qué tan enfermo estás, el grado de avance de la enfermedad, et cetera). UNOS trabaja con 58 Organizaciones de Procuración de Órganos (OPOs), las cuales son agencias sin fines de lucro responsables de coordinar la recolección, preservación y transporte de los órganos para trasplante en el área de servicio que les corresponde. Cuando existe un órgano disponible, la OPO en esa región busca en la base de datos de UNOS por un candidato dentro de su misma región considerando la información pertinente. Cuando no exitse un candidato dentro de la misma región, se hace una búsqueda en las regiones vecinas, y así eventualmente hasta encontrar un candidato.

El problema aparece cuando uno constata que no todas las regiones operativas y sus respectivas OPOs están delimitadas equitativamente. Algunas regiones, en especial aquellas que abarcan áreas densamente pobladas, pueden contener casi 15 veces más personas que otras. En consecuencia, las listas de espera en las distintas regiones contienen distinto número de individuos, y en consecuencia el tiempo de espera promedio para cada órgano puede variar considerablemente de una región a otra. Esto no necesariamente es un problema, al menos no para aquellos que tienen la posibilidad de viajar. Considerando que existe la posibilidad de que distintos hospitales acreditados de distintas regiones te agreguen a la lista de espera de la UNOS, una persona con los recursos suficientes puede entrar a las listas de espera de varias regiones, aumentando la probabilidad de encontrar el órgano que necesita en menor tiempo. Steve Jobs recibió de esta manera su trasplante, registrandose tanto en las listas de espera de su natal California como en la de Memphis, Tennessee.

Actualmente no existe un limite en cuanto al número de regiones en las cuales una persona puede registrarse como candidato a trasplante, siempre y cuando la condición médica lo amerite, y un comité hospitalario lo apruebe. Esta es una ventaja de la cual cualquier persona con recursos puede sacar provecho, sobre todo cuando esa persona tiene un jet privado que le facilite el traslado al lugar en dónde se encuentre primero el órgano (tal como lo hizo Steve Jobs). Sin embargo, la pregunta que muchos se hicieron en aquel momento fue si dicha situación es justa para el resto de las personas en espera de un órgano.

El caso de Steve Jobs provocó que se cuestionara la validez del listado múltiple en un país donde no todos los pacientes tienen los recursos para viajara a hospitales de distintas regiones de la UNOS. Inclusive, se ha discutido ampliamente lo injusto de la situación a la luz del hecho que muchos pacientes no cuentan si quiera con los recursos para la propia operación de trasplante. En muchos hospitales, la solvencia económica y la consecuente habilidad para pagar la cirugía es un pre-requisito para obtener el ingreso a la base de datos de UNOS.

Al final, esto ha derivado en la promesa de una reforma al sistema de salud de Estados Unidos en materia de trasplantes y una revisión del sistema de asignación de órganos de UNOS. Una alternativa que se ha discutido es la de eliminar la posibilidad de listarse en múltiples regiones, por ser una ventaja injusta hacia quienes no cuentan con los recursos para realizar ese tipo de viajes. También se ha mencionado la posibilidad de hacer obligatorio a los comités hospitalarios mencionar la posibilidad de acudir a distintas regiones, aunque realmente no es una solución al problema de justicia distributiva mientras los pacientes no cuenten con los recursos para realizar los viajes necesarios.

Mientras Steve Jobs hizo lo que pudo para conseguir el órgano que necesitaba, el sistema de asignación de órganos en Estados Unidos aún tiene severos problemas para garantizar la demanda de órganos de todos los pacientes no sólo de la lista de espera, sino de aquellos que no logran llegar a ella por falta de recursos. Steve Jobs no cometió ninguna acción ilegal, pero dadas las circunstancias, ¿podemos calificar de ética su conducta?

Para saber más del tema, se pueden consultar las siguientes páginas: -1- 2 - 3 - 4 -

Los finísimos comentarios sobre esta entrada a continuación. ¿¿Algo más que agregar?

MeL dijo...

La utopia, la utopia, la utopia.

A mi parecer se vio decente, cuantos casos no se conocer de trafico de organos. Y creo que es logico. Todos tememos la muerte y si tenemos los medios para evitarla, obviamente los utilizaremos. Aunque esto signifique burlar al sistema o cometer un delito.