Esto es trampa cochina, pero si quiero mantener el blog, tengo que reciclar contenido. La siguiente entrada apareció originalmente en el blog de Más Ciencia Por México, para el cual la escribí hace poco más de un año en dos partes (1 y 2). ¿Realmente es taaaan malo es dichoso aspartame?
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¿Alguna vez te han dicho que el aspartame
es malo para tu salud? A muchos de nosotros también, pero ¿qué tan
cierto es? En esta serie de entradas del blog vamos a analizar el mito
urbano alrededor del aspartame, esperando que la información que te
brindemos te ayude a despejar las dudas en cuanto al este famoso
edulcorante.
El aspartame es un substituto de azúcar
con bajo contenido calórico que se comercializa bajo las marcas Equal,
Nutra-Sweet y Canderel. La composición química del aspartame se reduce a
la combinación de dos aminoácidos: ácido aspártico y fenilalanina. Hay que recordar que los aminoácidos son los bloques constructores de las proteínas
que consumimos en productos como carne, huevo, lácteos y algunas
plantas como la soya, entre otros. Ahora bien, depende de a quién le
hagas caso, el aspartame puede ser un compuesto seguro que ayuda a los
regímenes de reducción de peso y del control de la diabetes, o bien una
encarnación maligna y venenosa que está destruyendo la salud de aquellos
que lo consumen. La pregunta es: ¿quién tiene la razón?
A través del internet han circulado
infinidad de cadenas y presentaciones en PowerPoint que aseguran que
consumir aspartame es malo para la salud. Las cosas que se mencionan en
estos correos pueden agruparse en tres categorías:
1. El aspartame es malo porque se deriva del excremento de una bacteria genéticamente modificada llamada E. coli.
2. Tras ser ingerido, el aspartame se
metaboliza en ácido aspártico, fenilalanina, metanol, formaldehído y
ácido fórmico, los cuales son malos para la salud.
3. El aspartame es responsable de
aproximadamente el 75% de las reacciones adversas por aditivos a las
comidas que son reportadas a la FDA.
Dichas reacciones incluyen convulsiones, migrañas, vértigo, nausea,
espasmos musculares, subida de peso, depresión, fatiga, irritabilidad,
palpitaciones, dificultad para respirar, ansiedad, esquizofrenia y
muerte.
Para conocer cuál es la validez de cada
una de estas aseveraciones, te invito a que analicemos cada una de
ellas. En esta entrega vamos a analizar las primeras dos aseveraciones, y
en la siguiente ocasión vamos a analizar a detalle la número 3.
1. ¿El aspartame se produce a través del excremento de una bacteria?
En
algunos mercados, la manufactura de aspartame toma ventaja de procesos
de ingeniería genética modernos. Estos procesos pueden describirse de la
siguiente manera: los científicos toman una bacteria, en este caso Escherichia coli,
que es una bacteria que vive en condiciones normales en nuestros
intestinos y que forma parte de nuestra flora intestinal, y le
introducen un pequeño segmento de ADN llamado plásmido. Este plásmido
contiene algunos genes de interés para que la bacteria produzca lo que
los científicos quieren. Este proceso se ha utilizado para producir una
gran cantidad de enzimas y compuestos útiles para el hombre. En el caso
del aspartame, lo que los científicos han hecho es introducir un
plásmido que contiene las instrucciones para producir más fenilalanina,
convirtiendo a las bacterias en un tipo de fábrica a nuestro servicio.
Es importante mencionar que la fenilalanina en exceso que producen estas
bacterias modificadas es exactamente igual a la fenilalanina que se
produciría naturalmente, por lo cual no existe una diferencia que
pudiera representar riesgo alguno. Posteriormente, la fenilalanina es
combinada con el ácido aspártico, el cual es producido de una manera
similar, para generar el aspartame.
Decir que el aspartame, o más bien la
fenilalanina, es producida a través del “excremento” de las bacterias es
una representación errónea de todo este proceso. Las bacterias como E. coli
producen fenilalanina de manera natural, y las instrucciones que se
introducen a través del plásmido lo único que le dicen a la bacteria es “¡Produce más fenilalanina, por favor!“. Como ya había comentado, este proceso se ha utilizado para otros procesos, como la producción de Humilina,
que es la insulina humana producida mediante ingeniería genética.
Cuando se comenzó a producir insulina para los diabéticos, se utilizaba
insulina derivada de animales como vacas y cerdos, los cuales llegaban a
producir reacciones alérgicas en las personas que la utilizaban ya que
la insulina de animales es ligeramente distinta a la insulina de los
seres humanos. Sin embargo, con técnicas de ingeniería genética como las
que hemos visto, los científicos encontraron la manera de decirle a las
bacterias “Hey… aquí están las instrucciones para producir insulina humana, ¿nos ayudas?“. El éxito ha sido tan grande que hoy en día la insulina de origen animal ya no es usada ni producida.
2. ¿El aspartame se metaboliza en productos venenosos para el ser humano?

3. ¿El aspartame produce tantas enfermedades como dicen?
Traté de encontrar el origen de aquel
75% de casos reportados a la FDA. Sin embargo, en ningún sitio oficial
se menciona dicho porcentaje. Lo que sí encontré es que los efectos del
aspartame se han estudiado profundamente, siendo el aditivo alimenticio
más analizado en el mundo, habiendo sido aprobado por más de 90
agencias regulatorias alrededor del mundo de manera independiente.
Además, se han publicado más de medio millar artículos científicos sobre
los efectos del aspartame desde 1988, y todos determinaron que éste es
seguro para el consumo humano. Se han analizado sus efectos en animales,
humanos, niños, personas obesas, diabéticos y mujeres durante la
lactancia, y ninguno ha encontrado que alguno de los efectos mencionados
anteriormente exista.
En el 2007, la Fundación Europea
Ramazzini para la Oncología y las Ciencias Ambientales declaró que había
conducido ciertos estudios que asociaban la ingesta de aspartame con la
formación de tumores en ratas. Sin embargo, los datos de estos estudios
fueron reanalizados por la FDA y su equivalente en Europa, la Autoridad
Europea para la Seguridad Alimentaria, quienes encontraron errores en
el estudio. Posteriormente, ambas agencias llevaron a cabo sus propios
estudios, y en 2009 determinaron que no había razón para creer que el
aspartame pudiera generar tumores en seres humanos (ni ratas).
Otro de los mitos alrededor del
aspartame es que es el causante de fuertes dolores de cabeza, mareos,
vértigo y migrañas severas. Este mito se puso a prueba en un estudio de Schiffman et al.
del Departamento de Psiquiatría de la universidad de Duke. Ellos
diseñaron el siguiente experimento para poner a prueba la relación entre
los dolores de cabeza y el aspartame: invitaron a 40 personas quienes
en alguna ocasión habían expresado haber sufrido los síntomas antes
mencionados tras haber consumido algún producto con aspartame. Entonces,
separaron a este grupo de cuarenta personas en dos: un grupo al que le
administraron un producto con aspartame, y al segundo grupo le
administraron un placebo, es decir, un producto que no contenía
aspartame. Lo interesante del estudio es que los que recibían el
producto no sabían si estaban recibiendo el producto con aspartame o el
placebo. Los resultados indicaron que sólo el 35% de aquellos individuos
que recibieron el producto con aspartame desarrollaron síntomas como
dolores de cabeza, así como el 45% que recibieron el placebo, que no
contenía aspartame. Esto quiere decir que el dolor de cabeza
difícilmente puede ser relacionado con el aspartame, y que probablemente
el origen de esos dolores se encuentra en otra parte.
¿Entonces, el aspartame es seguro para todos?
Siempre existe la posibilidad de que
algún día se descubra un efecto adverso a cualquier sustancia en el
mercado, y cuando esto ocurre los encargados de la salud de cada país
retiran dichos productos. Sin embargo, aunque la gente y ciertos grupos
reporten una lista de reacciones adversas, éstas no son significativas
por sí solas. Se pueden reportar miles de historias de personas que
sufrieron algún malestar después de consumir algún producto con
aspartame, pero estas historias caen en un tipo de falacia lógica
llamada post hoc, ergo propter hoc. ¿Qué significa esto? Bien, esto quiere decir sólo porque algún evento A ocurrió justo después de alguna situación B, no quiere decir que la situación B sea necesariamente la causa de dicho evento A.
En otras palabras, si una persona se toma un vaso de jugo de zanahoria
endulzado con aspartame todos los días, y de repente desarrolla alguna
enfermedad crónica, no se puede culpar directamente al aspartame de
dicha enfermedad (¡y menos a la zanahoria!). Estudios controlados como
los que han desarrollado las agencias regulatorias de 90 países de
manera independiente son necesarios para determinar si los síntomas
reportados que ocurren en las personas que consumen aspartame son en
realidad causados por el aspartame o por alguna otra situación ajena a
este endulzante artificial. Y hasta el momento, ninguno de esos estudios
nos ha dado motivos para dudar de su seguridad.
Entonces, la respuesta a la cuestión de
la seguridad del aspartame es sí, es seguro utilizarlo, con una sola
excepción. Quizá hayas notado que las etiquetas de los productos con
aspartame dicen “Fenilcetonúricos: Contiene Fenilalanina“. ¿Qué quiere decir esto? Bueno, existe una enfermedad hereditaria llamada Fenilcetonuria que
afecta la vía metabólica encargada de metabolizar la fenilalanina. Esta
es una condición que se hereda de padres a hijos y no es algo que
puedas adquirir durante el transcurso de tu vida. Al no poder
metabolizar la fenilalanina los niveles de este aminoácido se acumulan
en el cuerpo, pudiendo ocasionar estragos irreversibles en el cerebro y
otras partes del sistema nervioso. Dado que el aspartame está conformado
por fenilalanina, aquellos que sufren de fenilcetonuria deben
abstenerse de consumir aquellos productos que la contienen. Para el
resto de las personas no se ha demostrado que existan riesgos
significativos para la salud.
Así que no te preocupes y disfruta
aquellas bebidas endulzadas con aspartame. Sólo recuerda que el
aspartame por sí sólo no ayuda a bajar de peso, simplemente hace que el
contenido calórico de tus bebidas y postres sea menor al que tendrían si
estuvieran endulzadas con azucar o fructosa. Por ello, si estás dentro
de un régimen para bajar de peso o eres diabético, no olvides que una
dieta balanceada y hacer ejercicio regularmente son los mejores aliados
para una vida saludable. ¡Recuerda esto la próxima vez que te acompañes
tus taquitos al pastor con una Coca Light!
Referencias y lecturas adicionales:
Aspartame: a safety evaluation based on current use levels, regulations, and toxicological and epidemiological studies. Crit Rev Toxicol. 2007;37(8):629-727. (en inglés)
Aspartame: review of safety. Regul Toxicol Pharmacol. 2002 Apr;35(2 Pt 2):S1-93. (en inglés)
Aspartame Controversy en Wikipedia (inglés)