Hace exactamente una semana, y al decir esto no es sólo un redondeo sino exactamente las 168 horas que hay en siete días, fumé mi último cigarro.
mentalizándome que es el último, es el último, es el último
— Pepe (@pepetonito) February 11, 2014
Y cuando ya fumabas cerca de dos cajetillas diarias el vicio comienza a ser preocupante, la verdad -y cuando digo "cerca de dos" hago trampa por que fumaba Delicados y esos traen 25 cigarros por cajetilla, cuando la cajetilla se define como 20 cigarros en general.
Comienza a preocupar el asunto ese de la salú, porque tal y como sugieren las ratas fotoshopeadas de las cajetillas, el cigarro hace daño. Pero esa letanía me la sé, se la saben, y no soy yo quien venga a sermonear sobre ello. A mí me preocupaba más la lana, porque el pinche tabaco ya cuesta más que una comida de fonda y pues nomás no.
Así que ahora pueden revisar las últimas entradas de este blog, o mis últimos tuits, y entenderán mejor.
¿Qué como me siento? Mucho mejor. Hoy, con lo que ahorré de cigarros en una semana compré cosas que hace mucho quería comprar: zapatos nuevos. En cuanto a lo físico y que sólo me interesa a mí, es cierto: el cigarro quita el hambre, así que la última semana ha aumentado considerablemente mi consumo de chicles. Los chicles también ayudan a la sensación -más psicológica que fisiológica- de tener algo metido en la boca (sin albur). Pero lo peor de dejar de fumar, lo peor lo peor... después del corte (descripciones gráficas, aunque puro texto).
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Si hay algo que sabemos los fumadores es que no hay mayor placer que fumar en tres circunstancias:
1) después de comer -de ahí que después de un buen taco...
2) después de coger -parece cliché barato de comedia romántica de los 90s, ¡pero es verdad!
3) mientras estás cagando -aunque algunos varones después tengan quemados los desos
Mientras que todos los puntos tienen, en cierta medida cada uno, un componente psicológico, el caso que me interesa comentar aquí es el 3. Busqué un video al respecto pero no lo logré encontrar. Es la escena en la que
Dr. House le receta a un paciente estreñido dos cigarrillos.
Se sabe que la nicotina tiene un efecto laxante. Esto no sólo lo sé por experiencia propia, sino porque los primeros días desde que dejé de fumar intenté usar los mentadísimos parches. NO-LO-VUELVO-A-HACER-JAMÁS. Me estaba cagando vivo. El día que viajé de Cuernavaca a Puebla, por ejemplo, me tuve que detener en la caseta de Tepoztlán, en un Oxxo pasando Cuautla y en la caseta de Atlixco a vaciar mis intestinos. Era el tercer día que usaba parches, y los dos días anteriores el efecto había sido similar aunque no tan dramático. Podia aguantar. Pero ese día no. Y es que claro, las instrucciones dicen que no te quites el parche por 24 horas.... Según que no te lo tienes que quitar en la noche para que al dulce despertar el antojo no sea tan fuerte. Pero la realidad es que no te la vivies consumiendo nicotina las 24 horas del día, y el efecto acumulado puede resultar devastador. Si a eso le agregas que tu microbiota también sufre el cambio radical de la falta de nicotina, pues uno termina hasta rosado. ¿tmi? Perdón.
En fin. De estos siete días, cuatro han sido sin parche y sin otra ayuda. A la brava. Mi último intento de dejar de fumar fue en Philadelphia, duré 4 días en los cuales me acabé el paquetito de chicles con nicotina. Ahora llevo 4 días a la brava. Y no me siento mal. Voy recuperando el sentido del olfato, que en algunos casos es contraproducente -y por 'casos' me refiero a personas. Tampoco tengo una forma de medir objetivamente si lo que mejoró fue mi olfato o es que ahora, como los lugares donde habito ya no huelen tanto a cigarro, ya no se enmascara tanto el olor de mi aromatizante. Eso sí, puedo detectar a alguien fumando a 20 metros a la redonda, porque uno no fuma por 10 años y deja de añorarlo en cinco minutos.
También dejé de toser por las mañanas, y ya saco mucha menos flema. Dicen -una campaña para dejar de fumar de dudosa calidad- que a los 20 días la falta de aliento se ve notablemente reducida, lo cual pienso poner a prueba con una subida al Tepozteco en algún momento de marzo. Ya hasta lo ando planeando ji ji ji
Bueno. Ya conté.
Ya se perdió el misterio por acá.
Ya se perdió el misterio por acá.
Ahí nomás,
Pepe